la tangente de tu esfera
con el viento a favor
ha mordido el miedo
divagando
intruso achocolatado
en los faroles de todas mis avenidas
has dejado estela,
escamas luminosas de azúcar y cacao
confabulado
tu y destino
ya no se
donde termina mi alameda afarolada
el gran salto
el abismo ha quedado
a espaldas de este espejo
satisfecha la sangre
quieta ya en el recuerdo amar
ha sucumbido ante el flujo
el aire de mi cuerpo
muerde
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