Sostenida
de un péndulo filoso
que dejo de acariciar
con su rito
mucho antes
de la infancia
Todo perdido
en el espacio
reseco
de las manos
de la madre
No hay silencio
solo
la sensación perpetua
de sentir
y que no te sientan
Desenvainado
el párrafo de siempre
exento
toda gracia
el padre y la madre
han confabulado
para destazar al hijo
desmembrarlo
mientras aun es tierno
sacudir la frescura
polvorienta e inútil
de la infancia
y hacerlo hombre
a fuerza de golpe
a fuerza de corte y mutilación
sumidos los tres
en un secreto sórdido
que solo el espeso
aire de sus bocas
revela
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