jueves, 31 de enero de 2008

LA SILLA


27 de octubre del 2005

Pensó luego,
la suerte esconde estos misterios,
tergiversados de todo contexto,
la claridad va y viene
es melodía sin tono,
es un fugaz momento que nos ilumina la cara

Se sentara quizás la paciencia
a darle de beber la sustancia acuosa de la espera,

Pensó luego,
el viento trae la brisa de los días
en esta mañana tan efímera,
con la fragante luz de esta razón que llamamos tiempo.

Se sentara quizás a su lado la memoria
premención de un asalto emocional ya usado.

Pensó,
como muchas otras veces,
que la ilusión había venido a besar su frente,
pero volátil
una luna llena,
repartiendo con lentitud su edad corpórea,
quiso alcanzar la nube,
y permaneció quieta en el espacio sin nombre.

Perdida en el horizonte,
se quedo quieta,
busco la silla musical de su infancia
y se sentó en ella a esperar el devenir.

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